Universidades: Macri acalló las críticas internas y mandó a …
Mauricio Macri se comprometió a ayudar a Javier Milei para blindar el veto a la ley de financiamiento universitario. Aunque todavía está en duda si el oficialismo reunirá el número necesario en la sesión de este miércoles, el Gobierno sabe que cuenta con la gran mayoría de los diputados del PRO, luego de que desde ese espacio dieron la orden de acompañar, una vez más, a la bancada de La Libertad Avanza. Los cuestionamientos de algunos legisladores del PRO a la estrategia oficialista respecto a las universidades quedaron silenciados de inmediato apenas el ex mandatario selló un acuerdo con el asesor presidencial Santiago Caputo para volver a confluir en el Congreso. Ni los libertarios que días atrás votaron en contra del macrismo en la Legislatura porteña, ni la decisión de Karina Milei de querer ir sólo con candidatos propios en los comicios legislativos del año próximo -en desmedro del partido amarillo- impidieron que Macri quedara de la misma vereda del oficialismo.Los tironeos que el ex presidente viene teniendo con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, por el rumbo del PRO no fueron más que discursivos. En los hechos, ambos apuestan a ser los garantes de los triunfos parlamentarios de La Libertad Avanza. Los pataleos de uno y otro no son más que parte de la puja por ver cuál de ellos se sienta a negociar en nombre de un partido que va camino a la extinción, siempre que los Milei logran consolidarse en 2025. "Hoy nos toca desde el Congreso definir nuestra posición en relación al veto del Presidente Milei sobre la ley de Financiamiento Universitario. Nuestro bloque ya votó mayoritariamente en la Cámara de Diputados hace pocas semanas, rechazando esa ley. Seguimos pensando lo mismo", dijo la mesa directiva del PRO a través de un comunicado, luego de una reunión por zoom que Macri mantuvo esta mañana con los legisladores Diego Santilli, María Eugenia Vidal y Alejandro Finocchiaro; la intendenta de Vicente López, Soledad Martínez; Jorge Macri y otras autoridades. Los gobernadores Ignacio Torres (Chubut) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos) fueron invitados al encuentro virtual pero no se conectaron. Hasta ahora, nadie de la Casa Rosada se comunicó con ellos para conversar sobre el asunto. "Somos coherentes con la necesidad de sostener el equilibrio fiscal como prioridad para que nuestro país salga adelante", afirmaron desde el partido que preside Macri. En simultáneo, pidieron que el Gobierno "convoque a un diálogo que avance de manera urgente para alcanzar un acuerdo con los gremios universitarios", se "incluya las necesidades de las universidades en el proyecto de presupuesto 2025" y que se involucre a "la SIGEN en la auditoría de las universidades". "Lo que les podemos garantizar seguro son 33 o 34 votos", dijeron desde la bancada de PRO, que conduce Cristian Ritondo. Dentro de ese grupo hay algunos que no están de acuerdo con avalar la decisión del Ejecutivo nacional de vetar la ley de financiamiento universitario, pero aún así acatarán la directiva de Macri.En el oficialismo no dejan de mirar a los diputados del PRO que se ausentaron en agosto pasado. Esta vez, Álvaro González y Héctor Baldassi votarían a favor de ratificar la norma. Sabrina Ajmechet y Emmanuel Bianchetti podrían volver a faltar, pero todavía no lo definieron. Sin el PRO, La Libertad Avanza no tiene ninguna chance de mantener en pie el veto, sin embargo, no le basta sólo su apoyo para ganar la votación. Su suerte dependerá de otros aliados, como los tres tucumanos que responden al gobernador Osvaldo Jaldo, los cinco radicales díscolos -por ahora, sólo Mariano Campero, Federico Tournier y Luis Picat acompañarían- y de las dos diputadas de Producción y Trabajo (Nancy Picón Martínez y María de los Ángeles Moreno), que se muestran indecisas. También serán claves las ausencias y abstenciones. En el oficialismo admiten que ahora el escenario es más favorable para la oposición, en comparación con la discusión de la ley de movilidad jubilatoria; pero se contentan con que todavía están lejos de conseguir los dos tercios necesarios para tumbar el veto.